domingo, 27 de abril de 2014

Dónde termina la paz.

El caso es que yo quería escribir. Y ahora no sé qué escribir, si el sueño que me ha estado atormentando durante estos dias, si la historia de mis abuelos o sobre cómo veo el mundo. No tengo idea. Así que lo que sea que escriba no es de fiar. Avisados están.

***
He visto el mundo romperse en trozos. Y no me ha importado más que mi miserable corazón. ¿Por qué fui tan egoísta? ¿Por qué desenterré viejos recuerdos que sólo me hirieron más? ¿Por qué tengo ganas de huir? Porque, no sé si esto es una pregunta o no, tuve que volver.
 No son más mis ganas de esperanza las que remueven mi conciencia, no son más que mis deseos y anhelos los que me persiguen en sueños, aterrándome con sus susurros y sus culpas. Nunca expliqué por qué llamé Susurros del tiempo a este blog. Y creo que nunca encontraré la respuesta, simplemente la frase vino a mi cabeza, inexplicablemente. Decidí echar a volar muy temprano y caí estrepitosamente, no busqué más que metáforas y mi corazón respondió con onomatopeyas, sonidos de dolor, el sonido que hace un cuerpo al caer desde un balcón. El crack de los huesos, los suspiros de dolor, los gemidos de cansancio, los gritos de terror. Busqué en mi interior algo que removiera la tristeza, algo que me diera fuerza, algo que no me hiciera llorar, y escogí el odio. Era una sensación tan nueva, tan excitante y atrayante, tan renovadora y limpia que me aferré con mis dos manos y dejé que pasara el tiempo por mí, pero no pude. No pude ver el tiempo pasar y no reaccionar, no pude abandonarme, no pude desaparecer, fui frágil, auqneu algunos consideeren que hice lo que debía. No hice más que querer y querer odiar. El odio es lógico, a mí me resultó lógico, la venganza también es lógica, pero no son buenas compañeras. Te destruyen, y más cuando eres una persona alegre como yo. Fueron los primeros meses de dolor en toda mi vida. He pensado tanto tiempo en lo que significa querer a alguien que he perdido su verdadera definición. Basta.
-Basta.-Para-Dejame ayudarte-Dejate ayudar-Dejate querer-Dejate ir-Ayudame.
Llegaron los meses cálidos con su largo manto de piedras recalentadas y sus margaritas desnudas. Llegaron Julio y Agosto, con sus elegantes sombreros a saludar al tiempo que pasaba acelerado en busca de sombra. ¿Quién es el tiempo en realidad, sino la sombra de su propia sombra? En Invierno busca su manto porque está cansado del calor naranja, en Primavera busca la belleza en Verano el dolor del Sol y en Otoño la tranquilidad del viento. Busca y busca el conejo su madriguera, buscan los pájaros sus nidos y buscan los buitres presas muertas, busca el oso matar al lobo y busca el pez salvar sus crias. Todo el mundo busca algo y el Tiempo no era menos.

Adelina se levantaba por la mañana y pensaba que el Sol era su propio reflejo. Adelina era la estrella Polar, y giraba y giraba sin parar alrededor de su propio ego, atormentada (ojalá) del dolor de los que no sufren. Valiente fuego hacian sus manos, precioso canto el que entonaba su garganta, amables lazos los que ataba con Casiopea. ¡Quién si no era "Todo recto hasta el amanecer" que la Estrella Polar! Ella era frágil y no por ello débil. 

***
Una cosa es el dolor a los catorce años. Es comprensible. Los complejos, el autocompadecerse, el dolor de un amor no correspondido, las hormonas y el cuerpo en desarrollo que no te gusta. Puede entenderse. Pero casi tenemos dieciseis. Ya no hay complejos que basten para hacerte daño. No puedes simplemente llorar todas las noches por algo que en realidad no significa nada. Se llama madurez, y a partir de los dieciseis tiene que existir. Hay que comprender que hay dolores mucho más fuertes que el amor no correspondido. Y sin embargo a veces cuesta tanto pensar en otra cosa, en otra cosa que no sean sus labios, o su delicado olor. Nadie te niega tu dolor, pero no puedes simplemente abandonarte al amor y olvidar todo lo demás. 
Y si no mirar, mirar al pasado. A los dieciseis ya había madres. Mujeres amas de casa con trabajo y bocas que alimentar. ¿Y nos osamos llamarnos maduras cuando lloramos por algo que no tenemos? 
Hemos evolucionado, la sociedad es mucho mejor ahora. La sociedad no es un asco por más que digas. La sociedad somos todos. Y la sociedad actual te "permite abortar" sin que se vea una verguenza. Te permite ser madre soltera y estuiar lo que quieras. Tal vez las cosas han empeorado por la crisis pero ahora es mucho más fácil estudiar que hace 50 años. Te permite la igualdad de género al menos en un gran porcentaje auqnue siga existiendo la desigualdad. Tenemos los mismos derechos que los hombres, y hay que seguir luchando pero la sociedad avanza. Somos de nuestro tiempo, y hay que honrar a las que no lo fueron. 
***


No hay comentarios:

Publicar un comentario