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A veces hasta yo olvido lo que tuve que hacer. A veces hasta incluso no me reconozco a mí misma, y pienso que ese día no era más que otra persona que hoy no se reconoce. A veces, hablemos claro, pienso que soy tan distinta de la que fui que ahora no soy más que un cero a la izquierda comparada con ella.
Recordarme que os diga, que yo sí puedo decir que me han roto el corazón, yo sí puedo decir que empezé a olvidar cuando me rechazó, y no cuando empiezas a sobreentender que no te quiere. Es decir, yo tengo experiencia en rechazos. Tengo experiencia en ser rechazada y en rechazar, soy cruel, o sincera, aunque no por eso indolora, me enseñaron que la mejor forma de rechazar es siendo sincera, y por lo tanto cruel. Estuve sola. No lloré delante de nadie. No arrastré mi pena. Cambié, maduré y dejé de ver el mundo como si fuera una niña. Tenía catorce años y tenía la misma fortaleza que tengo ahora. No dejé que el rechazo me doliera más que lo suficiente. Joder, lo hice, y sigo aquí ¿vale?
¿Crees que yo no sé lo que significaba ser feliz a causa de una persona? ¿Crees que quise ser tan independiente sin ninguna razón de peso? ¿Por qué cojones crees que empecé a escribir? ¡Nadie me ayudó, nadie, y yo no quería apoyarme en nadie! ¡Solo busqué la manera más racional y lógica de dejar que el dolor me abandonara! ¡Estuve sola!
He sentido todo lo que tú sientes, he llorado todo lo que tú has llorado, he vivido con el amargo recuerdo de la traición, ¡Y no por ello he querido morirme! ¿Crees que no pensé en que quitarme del medio sería mejor? ¿Crees que yo no quería meterme en mi mundo, huir para no tener que pasar por la verguenza que pasé? ¡Pero pensé en mi propia estupidez! A veces la mejor manera de ayudarnos a nosotros mismos es ayudando a los demás. O al menos cree tanta dependencia a que necesitaran ayuda que si no la necesitaban me autodestruía para ayudar a alguien aunque solo fuera a mí misma.
Me duele que pienses que yo no te entiendo, pero ¿Qué ganaría diciendote que te entiendo? De esa forma solo te hundirías más en la pena. Necesitas que sean sinceros contigo, que no se dejen enternecer por tus lagrimas sino que te traten con igualdad. No necesitas que te abracen, necesitas que te dejen de abrazar para considerar que el contacto físico puede no importar, necesitas que te dejen de animar, para empezar a conocerte a tí misma y permitirte no estar triste.
Yo estuve sola, y sola es la mejor manera de superarlo. A veces necesitarás a alguien que te dé aliento, o a alguien que te haga reír sin más, a veces necesitas una segunda opinión, pero creeme cuando te diga, que si empiezas a depender de otra persona para que te saque del problema, cuando esa persona se vaya estarás doblemente sola.
Así que sí, sé perfectamente como te sientes. Y tú estás en mejor lugar que yo. A mí nadie me comprendia, cuadno más lo necesitaba. Y es porque sé perfectamente cómo te sientes que sé que pasará, y si te niegas a que pase te harás más daño que cualquier traición o engaño puedan llegar a doler. Tienes que superarlo, y no hay más.
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