lunes, 20 de enero de 2014

Egyetlen.

Para qué vamos a mentir, no soy normal. Soy lo más ignorante, retrasado, estúpido y superficial de esta vida, pero qué se la va a hacer. No voy a mentir cuando diga que lo que hacen conmigo es jugar, únicamente jugar. Y esto me afectaría más si yo no jugara con ellos también.
Hay cosas que estan mal en mí. Cosas de las me arrepiento, secretos a voces, y secretos escondidos, pensamientos impuros, y palabras traicioneras. Hay rarezas en mí que se han instalado, cómo si mi corazón fuera el único hogar, solitario y triste de este mundo, ¡Cómo si no hubiera más corazones!
Hubo un tiempo en el que era feliz. A ver es tremedendamente asqueroso empezar por esa frase, ¡Cómo si la felicidad fuera lo único valioso de este mundo!
Así que empezaré por esta: Antes era mejor. Pero como esa también es repulsiva, me quedaré en: Mi vida y la que era son. Y no se puede esxpresar lo que era.
Era libre, desvergonazada, llena de amigos y sueños grandes, llena de ilusión de amor, de romanticismo. Era estúpida, era inocente, era una falsa.
Con esto no queiro decir que haya cambiado, lo único qe digo esque ser niño implica ser libre, pero cuando vas creciendo te apocas, te resistes, te encarcelas. He dejado de gritar, para habalr en susurros. He dejado de bailar, y de disfrutar. He dejado el amor de lado, y todo lo que conlleva. Me he dejado.

¿Era yo la que deseaba contarle sus recuerdos a su amante? ¿ Era yo la que queria dejarse llevar? ¿Era yo la que creía en la imperfeccion? ¡Decidme, era yo! ¡Pero, para!
No hay nadie más aquí, y nadie lo quiere ver.
No hay nadie que me entienda.
Y yo quiero entender.
Y quiero estar sola el resto de mi vida,
 porque me cuesta ser yo con alguien más.

¿Alguna vez os habeis parado a pensar, siquiera, por qué sabeis tan poco de mí? ¿Alguna vez os habeis parado a pensar que yo también tenía problemas, y nunca quise contarlos?
¿Veis el caparazón, que poco a poco, se va agrandando, que me rodea, con sus espinas? ¿Habeis visto en mí algo más de lo que quiero mostrar? ¿Creeriais en mí si os dijera, que no puedo entregar nada mío, porque siento que me desvanezco?
Siento que muero en palabras, y que ni siquiera me atrevo a escribirlas. Siento que lo que quiero ser y lo que soy se han juntado, pero una parte muerta mí, me grita que en relaidad yo no soy así.

Nadie pregunta por mí, porque me aseguré de que lo que preguntaran fueran nimiedades. Nadie me escucha porque yo no quiero habalr de mí. Nadie me demuestra que compartir un recuerdo sería compartir lo más preciado de mí. Nadie me enseñó la soledad. Me la busqué yo misma. Porque nadie, nadie, es suficiente para mí, y con esas esperanzas no tendré a nadie a mi lado nunca.

Me encantaría contar más cosas de las que aquí cuento. Esto solo es la superficie. Esto solo es la cuarta parte de mí. Pero me sentiría desnuda, débil. Y las cosas se hacen especiales cuando solo se las confias a una persona.
Así que si preguntais qué tal, diré "Bien" porque no merece la pena contar más de mí, si con eso me siento (más) débil.

Nie zostawiaj mnie.



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