Ahora qué más da.

Me han dicho también, que es muy díficil criar a una hija sola. Que necesitas la figura de un padre, necesitas el cariño de dos personas, y la opinión de los dos. Necesitas un padre para ser feliz. Y estoy de acuerdo. Pero yo no quiero tener ni novio ni marido. No quiero a nada más que lo que tengo ahora. Quiero estabilidad, pero también aventuras, pero sola. No soporto ver como liga la gente, es algo que me pone de los nervios.
ESQUE QUÉ ASCO. ASCO, JODER, ASCO. Creía que sólo podría odiar a una persona en mi vida, pero me equivoqué. A mi chico no le odio. Bueno, más o menos. Aunque creo que lo que hace interesante este mi amor esque no le quiero del todo y que existe una milesima de odio.
El cariño no hace el roce, y sino que me lo digan a mí. 
¡Os podeis creer que tiene novia! ¡Y qué tipa! ¡Pegajosa, cual chicle en la suela, y digamos que poco agraciada! ¡Esa es una niña, idiota, y no una mujer! ¡Deja de entregarte a los primeros labios que se te ofrezcan!
Pero si es una puta niñata del tres al cuarto, con una mentalidad de retrasada, y un cuerpo más bien inexistente de figuras femeninas.
CRECE, JODER, CRECE.
Pero me miento, me digo que me quiero a mi misma por encima de todo, me digo que no tengo la culpa, y no es verdad.
La culpa únicamente es mía, por seguir queriendote después de tanto tiempo. Te echo la culpa de ser tan inmaduro, pero al fin y al cabo me encanta tu manera de ser. Me digo que necesitas una mujer, porque todas las niñas con las que te rodeas tienen y tuvieron más oportunidades que yo.
Me he dado cuenta  de que la culpa es únicamente mía. Y es una sensación horrible. Ya no puedo convivir conmigo misma como antes. Temgo ganas de destrozarme por dentro, de abandonarme al tiempo, tengo ganas de acabar con mi vida. Y no puedo cambiarlo, no puedo cambiar y lo siento.
Porque me estoy muriendo, este amor, los dos, me estan mtando.
No queda nada. Me aferro a los recuerdos, pero ¡No existen los recuerdos entre tú y yo!  ¡No tengo nada más que las ganas de más! De más de tus labios, que he soñado tanto con ellos, que creo que podría surcar sus callejuelas y sus mares de memoria. De más de tus ojos, de tenerlos tan cerca que sólo vea en ellos la felicidad. Que quiero tus putos ojos verdes cerca de los míos y es imposible. Que aunque me odie, las cosas van a seguir estando como siempre.
Que aunque que muera de amor, nadie llorara por mí. No he dejado nada más que pedazos de mí a distintas personas, sin entregar demasiado. Nunca me he entregado a nadie. Y no lo haré.

Me he dado cuenta de que eres más madura que yo. De verdad que sí. Tú no tienes miedo, a gritar, a ahblar, tú lo quieres todo, quieres ver, quieres amar, quieres besar ciento y mil labios, tú quieres salir de aquí, quieres sonreír, y compartir una familia. Tienes gansa de vivir, aunque a veces se te escape poco a poco. Llegará, te lo prometo, sólo es cuestión de suerte.
Soy cómo tú hace un par de años. No me gusta hablar de mi familia, o de los problemas de casa, no soporto a la gente que se preocupa por mí todo el día, ni tampoco a los que no respetan los silencios. Ahora entiendo la soledad que tanto adorabas tú.
Sé todas esas cosas, y sé que ahora te quiero más que antes.
Y es una mierda,
pero tus ojos son mis estrellas,
tus ganas son mi vida,
tus labios mi ser,
tu vida es mi vida,
y si no existes en ella,
no hay más pena que valga,
no hay dolor que valga,
si en mi vida,
despareces y te vas.