martes, 5 de noviembre de 2013

Sin aire.

He estado alargando este momento. Sabía que en algún momento tendría que volver aquí. No sé porqué de todas aquellas veces que me sentí mal, ésta ha sido con diferencia la mejor parte de todas ellas. Saber que tendría que cambiar mi estructura familiar en un futuro tampoco ha sido fácil para mí. Pero que no quiero hablar, de lo que ya no podré decir, ni pensar, porque me ataca el color bermellón cada vez que veo su fantastama. Solo siento, siento de verdad que esté en la imnopía, o tristre, o como esté, lo siento. "Nunca quise hacerte daño"

Hay dos cosas que la vida siempre me ha regalado; la primera es  la familia, y la segunda mi imaginación. He aprendido a base de caídas, pero no hay nada nuevo que no sepa, la sensacióon de derrota sigue siendo la misma, y las ganas de perderme más en mi misma aumentan.
Sin embargo esta vez hay algo nuevo, y es que la vida conmigo se ha portado bien.
Realmente se ha portado bien. Necesitaba pasar tiempo acompañada y he pasado el puente acompañada. Primero de mi madre, que me enseñó a coser, después el cumpleaños de una amiga, y para finalizar la visita a mi pueblo. He podido ver mi futura casa, y es cómo en mis sueños. He descubierto el otoño en los jardines, he recogido castañas de la suerte y he buscado mapas de Londres. No he tenido ni un minuto para volver aquí, no he pensado en nada más, hasta que la angustia y la verguenza han vuelto como un relámpago dejandome quemada, rota y sorda.
He descubierto lo valiosos que pueden ser los libros en estas situaciones, me he refugiado en ellos como si fueran parte de mi vida, me he escondido las cicatrizes bajo las mangas, me he inventado 80 días de amor.
No he hecho nada más que creer en el futuro. No he mirado atrás. Me prometí no llorar, y he cumplido mi palabra, me prometí olvidarlo todo, pero no puedo olvidar el verde.

He conocido a alguien con quien mantener absurdas conversaciones cómo en los libros. Cómo digo, la vida siempre te perdona un corazón roto.

 ¿Cómo estoy ?
No responderé. Solo sé que hay algo que me impulsa a seguir, a mirar hacia delante,a  no pensar en nada más que en mi misma.

¿Sabéis lo más gracioso de todo? Pues es que todo, absolutamente todo, ocurre en Noviembre. Maldito Noviembre y su mania de romper corazones.

***
-Lo has hecho mal.
+De verdad, caad vez que dices eso haces que me entren ganas de abofetearte. Porque el señor Don Sabelotodo ha tenido experiencia. 
-Vamos que tienes envidia de todas con las que he aprendido.
+Por supuesto que no. 
-Mientes.
+¿Pero y qué quieres que haga? Si choco con tu nariz, te apartas cómo si te hubiera pegado, si sonrío en mitad del beso, tú me acaricias los labios pero no sonríes conmigo. Yo ya no sé qué hacer.
-Te estás poniendo roja. No, lo que quiero decir esque no lo sientes. Se nota que eres pez, porque no quieres arrojar tu tímidez, tienes miedo de hacerlo mal, pero pensarlo es lo que te hace hacerlo mal. Tú sólo dejate besar, pero a la vez besa tú.
+Contigo aprender es muy díficil. Te explicas horrorosamente mal.
-Pero beso estupendamente bien.
+Prepotente.
-Niñita.
+Vale, haré lo que dices, pero no te prometo nada. 
(3 minutos después)
-Auu
+¿Estás bien?
-Me has mordido, joder.
+Lo siento.
-Eh venga, no pasa nada ¿vale?
+Espera antes de que me digas otro truco de agos que no me sirve quiero intentar algo.
-Adelante.
+¿Por qué te gustan los besos locos? Los rápidos, los apasionados; parece que queras engullirme, que quieras aprovechar cada minuto, parece como si el tiempo acelerará, pero yo siempre he querido que me olvide del tiempo, siempre me han gustado más los besos suaves, las sonrisas entre medias, las caricias... Cómo sigas poniendo esa cara de gato atropellado dejo de hablar.
-No por favor, sigue, oírte habalr de besos, es mejor que besarte.
+Cierra la boca por dios. No no, de verdad esque quiero intentar besarte. 
(No sé sabe el tiempo; se perdieron en alguna parte de la loca reacción apasionada y las sonrisas entre caricias)



No hay comentarios:

Publicar un comentario