viernes, 13 de septiembre de 2013

'Ven conmigo'

No voy a decir por qué, porque no lo sé. No voy a decir que te quiero con toda mi fé, pues no sé ni siquiera si tú me perteneces. Me encantaría habalr de otras cosas que no sean lo mismo de siempre, pero he encontrado otra manera más íntima de llorar en silencio, ahora escribo en mi cuaderno de viajes. Escribo, bueno no os lo voy a decir al fin y al cabo, lo que nos importa de las personas son esos secretos que guardan en el ático de su alma.
Solo sé que hoy es Viernes, y que no me duele no saler con mis amigas, sólo sé que el instituto me está matando, no quiero estar con gente quiero estar aquí, en este sitio, en este despacho, en mi casa, en la intimidad de un refugio para desatar mi verdad.
Sólo sé que me levanto cada día con una pena tan grande que me deja vacía, sin ganas de hablar con nadie, tan sólo con mi interior. Sólo sé que cada mirada me mata, que cada saludo me enloquece, que cada conversación me atruena, sólo sé que querría estar sola todos los días. No me encuentro bien aquí, no sé si es Madrid, si es el colegio o si soy yo mismo o los demás, pero no puedo vivir aquí siento que mi energía se destruye, que encesito vijar al lago otra ez que necesito canalizar energía de nuevo. Estoy tan cansada, tan pasiva, tan triste que ya lo que digan de mí no me importa. No me importa que me digan que tengo mal guto, ni que me miren mal por eso, no me importa que ya no me busquen enlos recres, no me importa si estoy sola en clase. Me encuentro en un pasotimso continuo. Yo sólo quiero acurrucarme en un rincón a escuchar la cultura que agradezco, a leer, a escribir en el diario, a recolectar hojas de Ginko.
No puedo dejar de llorar, día trás día, ni squiera sé por qué lloro. No tengo fuerzas para nada, no tengo vida, pues una vez rnuncié a ella, no tengo amor pues dos veces lo entregue sin recelos, no tengo paz pues se quedo en Annecy, no tengo imaginación, se quedó en la ventana de la casa de madera. No me queda nada, y no daré nada.
Sin embargo ahora parece que ahora le intereso, me dice hola de vez en cuando, se sorprende cuando estoy a su lado, se acuerda de las palbras que una vez le dije, habla de mí cuando yo no estoy, y no sé por qué, ¿Será que nota de una vez que ya no le odio, sino que le amo más que nunca? ¿Será que nota que le he entregado mi vida sin más? ¿Será que nota que ahora que me alejo de él me echa de emnos? No sé, pero me hace daño.
Y ella. A ella la quiero de una forma diferente, de esa forma que me hace sobreprotegerla, sin agobiarla porque sé que es fuerte y no me neccesita. A ella no la hablo, y cuando lo hago siempre con los ojso en otro lado, para que no me hagan daño. A ella la observo desde lejos, a ella que me basta verla feliz para que yo sonría. A ella, mi Tres, a ella mi Ginko.

No sé que hacer, ya no sé si reír porque quiero a dos increíbles personas o llorar porque me siento vacía por culpa del viaje.
Sólo quiero escapar de aquí y empezar con mi futuro, pasar las tardes mirando la soledad, respirando olor a pino, dejando rasgos de agua en la piedra, abandonando llamas en el lago, regalandole susurros al viento. Sólo quiero cerrar los ojos, y volver a Agosto.

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