martes, 27 de agosto de 2013

Dos semanas.

A veces no podemos imaginar el dolor que nos queda. Y otras veces morimos en el intento de apagar el fatuo fuego de la derrota.
No voy a hablaros de los tipos de dolores que hay, pues cada dolor, al igual que cada amor es diferente.
Para mí, el dolor más garnde son las fotos. Las sonrisas con la amilia, y el monumento a nuestros pies.
Esque no, no puedo, lo siento, es tan grande que si intento describirlo será tan solo una obsoleta comparación absurda.

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