lunes, 29 de julio de 2013

Corre, corre, corre, corazón.

Ayer fue uno de esos días que me encantarían repetir una y otra vez. Una y otra vez, sin parar, sin descansar, porque estoy segura que nunca me cansaría. Te tuve entre mis brazos otra vez, y extrañamente no olías a vainilla. No te cogí de la mano, todavía no estamos preparadas, pero pasee contigo, cogimos el mismo tren, nos sentamos al lado, compartimos secretos, y susurros. En mi vida me había sentido tan bien, es como si todo volviera a ser como antes.
Debo decirte tantas cosas, sin embargo no quiero decírtelas todas de una vez, porque eso significaría que no estarás conmigo para siempre. Quiero decirte todas las cosas que siento, poco a poco.
Y la primera cosa que quiero decirte esque, en mi vida me había sentido tan agusto, porque contigo no hace falta fingir, soy la que era, lo único que me diferencia de antes esque yo estoy enamorada de otra persona.
Y me sentí como antes porque tú no has cambiado, yo sí, pero tú amiga sigues siendo esa loca, esa chica atrevida, que dice lo que piensa, que canta cuando quiere, que me enseña a hablar.
Pero hubo algo que me impresionó mas que todo lo demás. Me sentí sobreprotectora contigo, sentí esa misma fuerza que me ataba a ti. Me sentí la persona más fuerte del mudno, porque sabía que si en ese momento alguien te hacía daño, yo saltaría en tu defensa. Porque a lo mejor eres mi parabatai.
Porque amiga, te quiero, y te quiero proteger de todo el mundo. .Porque quiero que no cambies, quiero que seas igual siempre, que no te obliguen a cambiar para sobrevivir. porque si alguien te hace daño, ten por segura que las balas me llegaran a mi, que no dejaré que nadie te disparé. Quiero que confíes en mi, que derrames lágrimas conmigo, porque yo te las secaré, te apoyaré. No quiero que llores sola, nunca más. Porque quiero que compartas tu dolor conmigo, porque yo lo llevaré por las dos, porque para mí, amiga, el dolor es como una vieja amistad. No quiero que sufras porque eso te hará cambiar, y con tal de que no cambies sufriré por ti todo lo aguantable. Porque sin quererlo me he convertido en tu puñal.
Porque daría la vida, si eso te hace feliz.
Porque no quiero que pases por la soledad que yo siento.
Te quiero, pequeña.

No hay comentarios:

Publicar un comentario