jueves, 25 de abril de 2013

La pena de las manos ajadas.

Hoy no se trata de quererte, sino de echarte de menos. La dureza de los recuerdos, de las palabras echadas a perder, de los sentimientos falsos. Ya no soy la que era, y despues de lo que he sido nunca volvere a ser, como sería.
Los gestos, las caricias las sonrisas, las idas y venidas no pesaron en mi, me cegó la ira.
Soy el ultimo tren que tendrias que coger, la ultima esperanza que te queda, la ultima espina en tu rosal. Fui lo que siempre he defendido, fui eterea, fui completa, fui un No, fui un desocosido, pero siempre fui con ella.
Él ya no me duele, es más lo guardo en mi corazon como el susurro de mi primer amor. De las primeras de mis desgracias, de los primeros cambios. El amor puede irse, puede olvidarse, puede quedarse, pero lo nuestro pequeña, lo nuestro era magico.
Y aqui me ves, con el dolor de quien ha vivido 100 años, con las ojeras de quien ha llorado 99 años y con los errores imperdonable de quien ha errado 89 veces.
Todo es mas grande que yo, todos habeis estrujado mi corazon hasta hacerlo mas debil, mas fuerte.
La soledad es mi unica amiga, su sonrisa amarga mi mas preciado tesoro. Tú eres mi soledad, y quien no quiera entender la vida como yo misma la veia, que se marche y me deje sola con mi dolor.

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