sábado, 29 de diciembre de 2012

Carta de Auxilio:

Sé que un día lerás esto, y ese día te diré, que te echo de menos. Te echaré de menos cuando no estés, pero también te echo de menos cuando estás y no eres tú. Sé que tienes tu mundo, tu caparazón, tus razones para odiarnos, pero ya no sabemos qué hacer. Hemos estado charlando ella y yo, diceindo que a lo mejor eres un tanto dificil, pero a la vez eso es lo que me encanta de ti. Que esos ojos han visto demasiados sitios, te has ido, y yo no lo sabía, regresaste y me fue dificil conseguirte. Ha sido demasiado complicado entenderte, y por eso sigo aquí, no para ayudarte ni para darte las gracias, sigo aquí, a tu lado para  decirte con el silencio, que no estás sola, que ya encontrarás tu lugar. Que a lo mejor no somos como deberiamos ser para estar contigo, lo acepto, y si quieres irte no te lo impediré, sólo te dejaré una carta de auxilio cuando me esté ahogando porque no estás. Ni tú misma sabes todo lo que has sido para mí, y no te lo voy a explicar. Solo te diré en la carta, que te echo de menos, y como no tengo otra forma de decirte que te quiero, te lo escribiré. Escribiré lo que alguna vez soñarás. Acuerdate de nosotras cuando recibas esta carta, y sobre todo recuerda que ésta es una carta de auxilio.

 " Las calles estaban vacías, no había un alma que se atreviera pisar lo que con mis lagrimas había empapado. La Luna me acompañaba medio escondida entre los edificios. No le veía, y me sentía perdida, perdida porque no me encontraba, perdida porque sin él esa sensación estaba siempre. Mis labios rezumaban dolor, de tanto moderlos. Ya me sentía sola, cuando vino la soledad acompañada del dolor. El dolor en forma de Narceo. No había figura más hermosa habitable en la Tierra, pero no os fies de mi que  estoy enamorada de él. Bajaba la calle en sentido contrario, como siempre, a contracorriente. Y de repente se paró, y me vio. Se acercó a mi con paso vago. Y me cogió de la mano, senti la ya conocida corriente electrica que snetía cada vez  que e tocaba, que a mi pesar eran pocas veces. Me levantó y nuestra canción empezó a sonar, me cogió de la cintura y empezamos a bailar. No había palabras para describir lo que sneti en ese momento, su contacto me quemaba sus ojos me miraban con dulzura y su boca estaba delicademente enteabierta. Nos movimo como si no existiera el dolor como si no hubieran lagrimas. Y de repente habló:
-¿Por qué has huido?
-Ya sabes la respuesta.
-Quiero escucharla.
-Dimela tú.
-Sabes que no va a ser la misma.
-Entonces ¿Por qué has venido?
-Porque me siento raro. Me siento como si hubiera una conexión especial entre nosotros. ¿Se llama amor ese sentmiento? No lo creo. Hace días que no pienso en otra cosa que no sea besarte y tenerte cerca. Me duele el pecho como si me lo apuñalaran todo el tiempo. Y el tiempo no pasa si estás lejos. ¿Qué me pasa?
-Sabes la respuesta, lo que pasa esque no quieres aceptarlo.
-¿Y si no es amor lo qu siento? ¿Y si te hago daño?
-El daño ya me lo estás haciendo.
-Dime cómo aliviarlo y te juro que lo haré.
-Bésame.-Me beso, tierna y delicadamente, como si fuera una centinela en apuros, como si fuera una niña pequeña. Hasta que paro. Hable yo:
-Dilo.
-Te quiero.-Y me volvió a besar, el reloj dejo de girar, y el mundo enmudeció. Sólo estaba su 'Te quiero' y sus labios."

Hace días que no llueve, tal vez sea el tiempo. Pero espero que con la lluvia vuelvas tú también.

PD: Si quieres te contaré mil cuentos, porque espero que tengamos mil y una noches.

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