martes, 17 de julio de 2012

Romeo.

Aquella suave melodia, que envolvia el palacio, cada oscuro rincón. Y en silencio contemplababamos como las notas se esfumaban en el aire. Y era increíble, como aquel artista sabía dulcificar tanto un sonido, haciendolo parecer el mas exquisito de los manjares. Y con una última nota, el amor que desprendía aquel piano, una lágrima sin razón ni rumbo, se asomaba en mis ojos. ¿ De que material estaban hechas aquellas manos? Pues parecen creadas por el mismisimo Cúpido. El artista se levantó complacido por los aplausos que reinaban, y como un ángel caido del cielo, empezo a caminar, tan levemente que parecía que sus pies flotaban en el aire. Oh dios, que ojos, que boca, que manos ¿Podía ser aquello real? No, lo dudo, pero sí, caminaba hacia mi.
"Romeo, ¿Donde has estado tanto tiempo?, ¿ Por qué desapareciste de aquel modo?, te echado tanto de menos, tu sonrisa me perseguía todo el tiempo, y creía ver tu figura en cualquier lugar. Me asomoba a mi balcón y rogaba al cielo, que estuvieras bien. Y hubiera dado mi reino entero por una sola caricia tuya."
¿Pero que estaba haciendo? Oh no, mi mente estaba divagando, recordando libros de amores imposibles. Ay se acerca a mí, pero porque, qué hago.
"-Julieta ¿Dónde estás?, Asomate al balcón. Princesa, buenos dias.
-Romeo, ¿qué haces aquí? marchate aprisa, mi padre esta cerca.
-No, no puedo vivir ni un instante mas sin ti. TEE AMOO.
-Calla Romeo, te van a oír.
-Me da igual, mi princesa, que se entere todo el mundo, te amooo."
Pero espera, si esta conversación no está en el libro. ¿De donde habré sacado esto? ¿Qué me pasa?
-Julie, ¿me has oído? Quee te amoo.
¿QUEEE? Oh no, esto es real, no puede ser, esto es un sueño. Estoy soñando.
Pero después de todo ¿ Será que los sueños se hacen realidad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario